Tomar agua, por lo menos de 8 a 10 vasos por día.
·
Limitar el consumo de alcohol y cafeína; ambos deshidratan los pliegues
vocales, lo que puede producir un daño en los tejidos.
·
Evitar tabaco y drogas. Fumar puede ser una de las causas del cáncer
laríngeo.
·
Reconocer, reducir y eliminar hábitos de abuso vocal. Conducta o hábitos
que tienen efecto traumático sobre las cuerdas vocales, como los ataques
fuertes de sonidos, en especial en palabras que comienzan con vocales, tanto en
voz hablada como en la cantada.
·
Toser o carraspear para limpiar la laringe puede dañar las cuerdas
vocales. Sorber pequeñas cantidades de agua puede aliviar la irritación de la
garganta.
·
Prestar atención al reflujo gástrico. Reflujo gástrico frecuente o
sensación de ácido en la boca pueden ser síntomas cuando el ácido del estómago
llega a la laringe y produce problemas vocales. Es preciso seguir una dieta
adecuada; comer al menos tres horas antes de ir a dormir
·
La utilización de fármacos (con prescripción o sin ella) puede afectar
las cuerdas vocales. Algunos pueden deshidratarlas. Si se consumen fármacos que
deshidratan, es preciso ingerir grandes cantidades de agua. Mantener una
humedad relativa de más del 45% en el hogar o trabajo.
·
Protegerse de irritantes potenciales. Irritantes ambientales como polvo,
químicos, cigarros, aire seco, aire acondicionado (Sataloff, 1991).
·
Prestar atención a problemas odontológicos. Infecciones en la boca de
cualquier tipo pueden afectar el sistema inmune y por consecuencia repercutir
en la laringe.
·
Prestar atención al estrés (físico y mental). La voz se relaciona con
las emociones (tensión o depresión pueden reflejarse). No grite cuando esté
enojado o ansioso. Las técnicas de relajación y respiración pueden mejorar la
voz.
·
Prestar atención a los cambios hormonales. Cambios hormonales en
cualquier etapa de la vida de la mujer, el hombre, el niño o la niña pueden
producir problemas vocales.
·
Descansar y dormir suficiente. Por lo menos de 7 a 8 horas de sueño por
día.
·
Dieta equilibrada. Evitar comidas picantes y productos lácteos que
pueden llegar a afectar la voz.
·
Voz ronca o soplada pueden ser síntomas de un problema vocal. No use la
voz cuchicheada y trate de reposarla en caso de problemas inflamatorios o
infecciosos que afecten la laringe. Si los síntomas persisten por más de dos
semanas, consulte con un especialista.
·
Prestar atención a las alergias. Éstas pueden ser la causa del abuso
vocal (Sataloff, 1995; Jackson-Menaldi y col., 1999).
·
Tomar clases de técnica vocal. Puede ser muy beneficioso implementar
ejercicios de precalentamiento antes y después de usar la voz hablada o
cantada.
·
Estar atento a los cambios de calidad vocal. Controlar cualquier cambio
de la voz y consular con un otorrinolaringólogo especializado en voz si el
problema persiste por más de una semana.
·
Mantener niveles de volumen bajo en equipos de audio.
·
Usar protectores auditivos en conciertos de rock o en clubes nocturnos.
·
Mantener el flujo de aire en forma suave cuando realiza ejercicios
físicos, en especial cuando se levantan pesas.
·
Mantener una buena postura.
·
Proyectar la voz mediante un soporte muscular respiratorio adecuado e
independiente del abuso en el nivel laríngeo.
·
Hablar en un tono claro y óptimo. Evitar hablar muy agudo o muy grave,
lo cual puede dañar el mecanismo vocal.
[Fuente: Jackson-Menaldi,M. Plan del cuidado vocal en el profesional de
la voz. En: La voz Patológica. Argentina. Ed. Panamericana,2002,pp.303-308]
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